Vamos a desmentir este mito de una vez: no es cierto que necesites una cuenta bancaria repleta de dinero para iniciar tu propósito de invertir. En realidad, una sólida cartera de inversión se puede lograr con poco presupuesto.
Pero lo que sí es cierto es que necesitas prepararte para hacerlo de la manera correcta, así que deberás llevar a cabo algunos pasos que te ayudarán a poner en orden tu vida financiera y te prepararán para invertir con el dinero que tengas a tu alcance.
A continuación te daremos varios puntos claves sencillos que debes tener en cuenta para comenzar a invertir, así sea con poco dinero.
Consejos básicos antes de invertir
- Guarda una parte de tus ingresos y haz un ahorro mensual.
- Paga primero tus deudas con tasa de interés alta.
- Haz aportes complementarios a tu fondo de pensión.
- Piensa en el nivel de riesgo que estarías dispuesto(a) a asumir a la hora de invertir, y establece un límite de pérdida con el que te sientas cómodo. Ten en cuenta que esto puede cambiar con el paso del tiempo.
- Busca continuamente mejores opciones de inversión a medida que tu capital empiece a crecer.
4 pasos clave para empezar a invertir
Ya sea que desees realizar una gran o pequeña inversión, de bajo, moderado o alto riesgo, estos pasos orientarán tu plan por el mejor camino.
Haz un ahorro automático
Separar un porcentaje de tus ingresos para tu ahorro mensual, te asegura excelentes resultados a largo plazo.
Si no tienes la fuerza de voluntad o la disciplina para hacerlo tú mismo(a), recuerda que tienes la opción de abrir una cuenta de ahorros adicional a tu cuenta de nómina, y programar un ahorro automático que realizará tu entidad financiera una vez al mes.
Las entidades bancarias ofrecen alternativas de ahorro, incluso a través de su propia aplicación móvil. Pregúntales qué opciones tienen para trasladar tus fondos a una cuenta de ahorro e inversión que mejor se adapte a ti.
También puedes consultar si la empresa en la que trabajas tiene fondo para empleados. La ventaja de ahorrar con un fondo de empleados es que tú decides el porcentaje que deseas ahorrar de tu sueldo mensual o quincenal, y solo podrás retirar tu capital ahorrado en el plazo específico que hayas definido, en casos de emergencia o al retirarte de la compañía. Al no ver este dinero en tu cuenta de nómina, dejará de ser una tentación gastarlo.
También tienes la opción de crear bolsillos en tu cuenta de ahorros o de nómina actual para que en el día del mes que elijas se deposite automáticamente el dinero que establezcas, así ni siquiera sentirás que estás haciendo un gran esfuerzo de ahorro.
Toma el control de tus deudas
Antes de empezar a ahorrar, recuerda el peso de las deudas que ya tienes, así que busca la forma más rápida de liquidarlas. Ten en cuenta que las tarjetas de crédito de alto interés llegan a superar tasas del 25 % y algunos créditos educativos cuentan con tasas de alrededor del 10 %. Estas tasas de interés pueden ser aún más altas que el promedio de rentabilidad de muchas inversiones, por eso lo más prudente es salir de ellas primero.
Entonces si tienes muchas deudas con intereses altos, es mejor pagarlas, o hacer abonos a capital para liquidarlas antes de iniciar una inversión. Aunque no es posible predecir el rendimiento exacto de la mayoría de tus inversiones, puedes tener la seguridad de que pagar una deuda con una tasa de interés superior al 20 % anual es tan positivo como obtener un 20 % de ganancias con tu inversión.
Piensa en tu jubilación
No importa la edad en la que decidas empezar tu plan de ahorro e inversión, la idea es que logres construir suficiente capital para garantizar tu calidad de vida al finalizar tu etapa laboral y contrarrestar la brecha pensional.
Así que una de tus prioridades debe ser aprovechar al máximo los incentivos que ofrecen los gobiernos y las empresas en planes de pensión. Si tu empresa tiene un plan de aportes complementarios a la pensión, no lo ignores.
Una excelente opción es aportar a pensiones voluntarias, sobre todo cuando de ahorro e inversión se trata. Ya que al hacerlo, no solo estarás creando un depósito para tu jubilación sino ganando rentabilidad, así que tu dinero trabajará para ti. Entérate de todo lo relacionado a esta alternativa en nuestro blog El ABC de las pensiones voluntarias.
Por ejemplo, si tus ingresos son de 2 millones de pesos y aportas 120 mil pesos, o el 6 % de tus ingresos a un plan de pensiones voluntarias, con una rentabilidad anual del 15 %, al final del año podrías tener ahorrados un aproximado de $1.656.000, sin contar el interés compuesto.
Así que considera la opción de vincularte a un plan de aportes complementarios a tu pensión y aprovecha los programas de compensación que ofrece tu empresa, para continuar con tus ahorros. Incluso, si tu empresa no cuenta con este beneficio, realizar aportes complementarios a pensiones voluntarias siempre será una buena estrategia a largo plazo.
Invierte lo que ahorras en impuestos
Si tu presupuesto todavía no te permite cubrir una cuota de ahorro mensual, busca otras alternativas durante el año. Por ejemplo, si al finalizar tu declaración de renta lograste gastar menos en el pago de tu impuesto, utiliza ese dinero para iniciar tu inversión.
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Recuerda siempre que a la hora de escoger tu producto de inversión, debes buscar asesoría o prepararte para hacerlo, sobre todo intenta minimizar al máximo las comisiones de pago que puedes terminar pagando.
Si quieres saber más respecto a la inversión, lee nuestro blog Invierte tus ahorros y gana rentabilidad. Nos vemos más adelante.